Obtén GRATIS el suplemento

Licenciado en Periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, fotógrafo automotríz y entusiasta de las cuatro ruedas. / IG: @elpablomonroy

El periodo vacacional de verano está a la vuelta de la esquina y si harás de tu automóvil el aliado perfecto para abandonar la ciudad por unos días, es momento de preguntarte si está en las mejores condiciones de hacerlo, pues recuerda que una cosa es circular por las calles de la casa al trabajo y de regreso, y otra muy distinta es someterlo a un trabajo constante que puede prolongarse por horas.

Pero no sólo eso, pues además, debes considerar la correcta distribución del peso del equipaje y, si viajas con tus hijos pequeños, tomar en cuenta ciertas consideraciones, tanto de seguridad dentro del vehículo como de convivencia, pues no todos los niños están acostumbrados a los largos viajes por carretera, así que toma nota.

En el apartado mecánico, lo primero que debemos verificar son las llantas, pues son las únicas partes del auto que tienen contacto con el camino, así que debemos asegurarnos de que, tanto la banda de rodamiento como el resto de su estructura, se encuentren en condiciones de soportar un viaje, así como su correcta presión de inflado.

Lo siguiente es verificar el sistema de frenos. Lo recomendable es revisar el desgaste de las balatas y, a partir de ello, determinar si es necesario cambiarlas por unas nuevas, en caso de que el espesor sea menor a tres milímetros, o sólo limpiarlas y ajustarlas.

Otra aspecto importante es revisar las condiciones de los amortiguadores, que no tengan fugas de aceite o que ya estén vencidos. Toma en cuenta que un juego de amortiguadores en mal estado o algún otro elemento que tenga juego, comprometerá la estabilidad del vehículo, sobre todo al momento de tomar una curva.

Verifica que las mangueras por las que circula el líquido refrigerante del motor al radiador no estén agrietadas, pues podrían romperse debido a las altas temperaturas producidas por el trabajo continuo del propulsor. Con el cofre abierto, verifica el nivel de aceite del motor y su estado, que cubra la línea de nivel máximo, que tenga una viscosidad adecuada y un color café claro, pues de lo contrario es recomendable cambiarlo, así como el nivel del líquido refrigerante del motor.

Observa que las bandas que impulsan al generador, alternador, la bomba de agua y el aire acondicionado no presenten grietas o estén deshilachadas, ya que también podrían romperse debido a la tensión. No olvides checar los limpiaparabrisas y que todas las luces exteriores funcionen correctamente.

En el caso del equipaje, toma en cuenta que un coche con exceso de peso, o con la carga distribuida de forma incorrecta, además de incrementar el consumo de combustible, es más peligroso, pues compromete la estabilidad del vehículo. Además tanto maletas como bultos deben colocarse de manera ordenada y firme para que no molesten a los ocupantes y dificulten la visibilidad del conductor.

Lo primero es acomodar las maletas de tal forma que las más pesadas, aunque no sean las más voluminosas, queden hasta abajo, en el fondo de la cajuela, y el resto del equipaje encima, así mantendremos el centro de gravedad del auto lo más bajo posible.

Lo siguiente es acomodar la carga en la cajuela de manera equilibrada para que no afecte la estabilidad del coche, es decir, evite que un lado del compartimiento vaya más cargado y pesado que el otro.

Evita llevar el equipaje en el habitáculo, pues algún objeto podría salir disparado y golpearnos en caso de que se presente una frenada de emergencia. Finalmente, jamás olvides que el comportamiento del coche y la dinámica de conducción cambia cuando va cargado. La principal consecuencia es que, al momento de frenar, necesitaremos aplicar mayor presión al pedal y de mayor distancia para detenernos.

Por fin llegó el momento de ponernos el cinturón de seguridad y empezar con la travesía con tus hijos pequeños. Desde el inicio del viaje deja claras las reglas y limitaciones: no gritar, no sacar las manos por la ventana, no levantarse del asiento y no pelear entre hermanos. Hacerles saber todo esto aumentará tus posibilidades de tener un viaje tranquilo.

Lleva contigo unos audífonos para que tus pequeños puedan disfrutar de sus canciones y juegos favoritos en una tableta o celular. Procura que sean audífonos de diadema y no de chícharo, pues son los más aptos para no lastimar sus oídos.

Viajar con niños puede ser una misión complicada, pero si te preparas con anticipación, puedes librar fácilmente cualquier imprevisto. Asegúrate de llevar en el auto algunas botanas y bebidas, así como bolsas de plástico, servilletas, una solución limpiadora y un cambio de ropa. Con esto, las emergencias ocasionadas por mareos se solucionarán en cuestión de segundos.

Aunque los gadgets podrán distraer a tus hijos el tiempo suficiente para sobrevivir al viaje, piensa en que esas horas de carretera son un buen momento para la convivencia familiar. Juega a detectar objetos en el camino o letras específicas en las placas.

Así no sólo mantendrás a los niños ocupados, sino que te ayudará a moderar sus horas detrás de la pantalla. Procura que durante el recorrido en auto puedas detenerte un par de minutos en un lugar seguro donde puedan estirar las piernas, tomar aire fresco e ir al baño.

Por último, agrega un botiquín, asegúrate que contenga todo lo necesario para curar pequeñas heridas, que incluya medicamento para el resfriado y malestar estomacal, agua oxigenada, alcohol, curitas y gasas. Estamos seguros de que con ayuda de esta pequeña guía de viaje, tus vacaciones serán memorables.  

Síguenos en Twitter @atraccion360 y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube

Reglas básicas para salir a carretera en vacaciones

¿Cómo corregir datos de la tarjeta de circulación?

Cambio de motor, un trámite que no te deseamos

Chipotes en las llantas ¿Cómo tratarlos?

¿Cómo cambiar placas en la CDMX?